La preeclampsia es una enfermedad que desarrollan algunas mujeres durante el embarazo que supone un aumento de la presión arterial, un aumento de la hinchazón corporal y la presencia de proteínas en la orina. La enfermedad, si no se trata, puede ser grave provocando lesiones en órganos diana como el hígado, los riñones, el cerebro o la placenta. Cuando la preeclampsia se complica puede desarrollar afectaciones más graves como convulsiones o accidentes cerebrovasculares momento en el que se habla de eclampsia.
La prevalencia de mujeres afectadas de preeclampsia está en torno al 3-5% de todos los embarazos.
El tratamiento más eficaz es el parto provocando mayor prematuridad, morbilidad neonatal y mortalidad perinatal. Sin embargo, recientemente ha habido un mayor interés por parte de la sociedad científica en encontrar biomarcadores predictivos. Durante más de un siglo, la medida de la presión arterial ha sido la prueba de que se ha utilizado, pero sólo es útil cuando la preeclampsia ya ha empezado a desarrollarse.
Dos grandes organizaciones mundiales como el Instituto Nacional por la Excelencia en la Salud y la Atención y el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos, han hecho una recopilación de aspectos que deben tenerse en cuenta como a biomarcadores predictivos:
Esta información es útil por la detección, pero sólo un 41% tendrán un resultado positivo. Así que en la actualidad se ha desarrollado un nuevo método de detección en el primer trimestre. Éste consiste en la medida de la presión arterial de la madre, la resistencia de la arteria uterina materna a través de ecografía y los niveles de una sustancia llamada factor de crecimiento placentario circulante. Con toda esa información se detectan correctamente el 82% de los casos.
Cuando las medidas en el primer trimestre salen alteradas, se ofrece la administración de aspirina como prevención de la preeclampsia pretérmino.
Un estudio ha demostrado que le aspirina en una dosis diaria de 150mg iniciada antes de la semana 16 de gestación, reduce la incidencia de preeclampsia pretérmino en un 62%. Y otro indicó una reducción en la duración del tiempo de ingreso en la UCI neonatal en un 68%, sobre todo debido a la reducción de los nacimientos antes de la semana 32 de gestación.
Desde hace un año, aproximadamente, he detectado más diagnósticos de riesgo de preeclampsia a las mujeres embarazadas que vienen a la consulta. Al principio, me preocupé porque me daba la sensación de que algo no estábamos haciendo bien como sociedad, pero después descubrí que era que los parámetros diagnósticos habían cambiado.
Las mujeres venían a la consulta asustadas por este diagnóstico y por todo el riesgo que supone cuando buscas información. Ahora acompaño esta angustia explicando que es sólo una prevención y que esta medicación no es perjudicial para ella ni para su criatura. Los costes personales y hospitalarios de tomar una aspirina cada día son mucho más bajos que rechazar este tratamiento.