Cuando estás embarazada, debes plantearte e informarte de diferentes aspectos: qué carrito comprar, en qué hospital dar a luz, cómo reorganizar la casa, qué tipo de educación te gustaría… Pero hay un aspecto que mayoritariamente se da por hecho: la pareja será la persona que te acompañará en el parto y que irás al hospital con tu propio coche.
En el primer aspecto, no quiero entrar porque considero que es muy personal. Si has elegido a esa persona como padre/madre de tus hijos, se sobreentiende que te gusta como acompañante de vida. Sin embargo, sí que me gustaría poner sobre la mesa la posibilidad de decir “No quiero que seas tú” y debería entenderse. Pero esto da para otra entrada.
En el segundo punto, cómo ir al hospital, es donde me gustaría entrar en este post.
La mayoría de las parejas planifican que cuando la mujer se ponga de parto y sea el momento de ir al hospital, cogerán el coche y la pareja será la que conducirá. Y yo te pregunto: «¿y cómo crees que te sentirás tú durante ese tiempo que tu pareja no puede estar pendiente de ti?» Puede ser un trayecto corto y no le das más importancia, pero ¿y si es un trayecto de 30 minutos? ¡Durante estos tiempos puedes llegar a tener 10 contracciones!
Si nos ponemos en situación e imaginamos que has estado en casa con tu pelota surfeando las contracciones con la ayuda de tu pareja que te ha estado masajeando o presionado la zona lumbar y sacra, o que has estado durante horas dentro de la ducha con tu pareja que te echaba agua caliente encima, o que has estado bailando con tu pareja moviéndote las caderas… (situaciones reales en el momento del parto), y de repente te encuentras sentada en el asiento del coche con el cinturón puesto sin pelota, sin agua caliente, sin movimiento libre, sin presión en el sacro… sin pareja que pueda acompañarte. Se puede entender que sea tan habitual que cuando las mujeres llegan al hospital, las contracciones bajan y el parto se vuelva más lento.
¿Y si te digo que se puede salir de ese patrón tan rígido? Planteémonos que sea otra persona la que conduzca el coche para que la pareja pueda estar pendiente de la mujer. ¿Por qué no contemplar esa opción? El trayecto seguirá siendo horroroso porque estarás sentada en el asiento del coche, con el cinturón, con las contracciones cada 3 minutos y con el corte del rollo que habías creado en casa para que todo fluyera; pero puede que te sientes más acompañada, más abrazada por la persona que has elegido.
Para terminar el post, solo quería poner sobre la mesa que hay millones de maneras de hacer las cosas y que cada persona/pareja debe encontrar la mejor para ellos.
El parto es un momento de vulnerabilidad para la mujer, así que creo que siempre se debe priorizar su bienestar e intentar que el parto vaya fluyendo de forma segura para la mujer.