La incontinencia coital es la pérdida de orina durante las relaciones sexuales, diferenciando si ocurre en la penetración o durante el orgasmo.
Antes de entrar en materia es necesario hablar de la eyaculación femenina y el squirting para no confundir las secreciones y la orina.
La eyaculación femenina es la expulsión de varios mililitros de secreciones blanquecinas y espesas por parte de las glándulas de Skene durante el orgasmo.
Las glándulas de Skene se localizan en torno a la uretra y desembocan en el interior de la vulva. La composición de la secreción que emiten ayudan a la nutrición de los espermatozoides y, por tanto, facilita su fecundación.
La prevalencia de la eyaculación femenina es del 10-54% de las mujeres.
El squirting es la emisión involuntaria de un fluido formado por orina diluida, secreciones de las glándulas de Skene y trasuado vaginal. Aparece durante una intensa excitación.
Las definiciones evidencian que la eyaculación femenina y el squirting no son lo mismo, aunque también puedan ocurrir a la vez.
Las mujeres expulsan varios tipos de fluidos durante las relaciones sexuales. Son respuestas naturales y necesarias para poder permitir la excitación, la penetración (si es necesario) y el orgasmo.
La evidencia ha demostrado que el 25% de las mujeres que sufren incontinencia, sin especificar de qué tipo, también tendrán incontinencia coital. El síntoma aislado sólo ocurre entre el 7,6-20% de los casos.
El momento cuando ocurre la incontinencia es importante. El 20-30% de los casos ocurren con la estimulación local, el 13-18% con la excitación, el 62,9-68% con la penetración y el 27-37,1% de los casos con el orgasmo. Además, el momento en que ocurre la pérdida nos puede orientar a descubrir la causa de la incontinencia coital, como una hipermovilidad de la uretra, una incompetencia del esfínter uretral o por hiperactividad del detrusor, el músculo que forma la vejiga.
Los estudios dividen las causas de la incontinencia coital en incontinencia urinaria de esfuerzo si ocurre durante la penetración. Sin embargo, la incontinencia coital asociada al orgasmo se observa más en diagnósticos de hiperactividad del detrusor, es decir, que la vejiga se contrae sola y la orina sale.
Las pautas terapéuticas que tienen mayor evidencia es la rehabilitación del suelo pélvico, la farmacología con anticolinérgicos con una eficacia de 59% de los casos o la cirugía con una eficacia del 87%. En un estudio portugués de 2019, determinaban que los efectos beneficiosos de la rehabilitación del suelo pélvico eran por la mejora de la musculatura disminuyendo un 25% los episodios de incontinencia coital y disminuyendo, al mismo tiempo, la ansiedad que se generaba durante las relaciones sexuales.
Las pérdidas de orina nunca son normales, pero cuando suceden en torno a una relación sexual preocupan aún más. Sería interesante pensar que la incontinencia coital es la expresión de un mal funcionamiento de base, sea el suelo pélvico, el detrusor, entre otros. Y como tal, será necesario tratarlo y volver a vivir una vida sexual sin angustia.