El masaje perineal es una técnica física que se realiza en las embarazadas con el objetivo de preparar la musculatura y todos los tejidos de la zona pélvica, por el momento del parto.
La pelvis femenina forma un cilindro entre el hueso del pubis (por delante), el sacro (por detrás) y las espinas ilíacas (a los lados). A lo largo de la gestación la mujer experimenta una serie de fluctuaciones hormonales que le ayudan en el desarrollo del bebe, pero también en la preparación del cuerpo por el momento del parto. Un ejemplo sería el aumento de los niveles de la hormona relaxina, que ayuda a aumentar la laxitud del tejido, la movilidad articular y de los órganos pélvicos permitiendo el crecimiento del útero.
En el momento del parto, el bebé debe ir pasando por todo este cilindro hasta su nacimiento. Se conocen como diámetros de Hodge las divisiones que se han hecho de ese cilindro. Existe el diámetro superior que va de la parte alta del sacro hasta la zona alta del pubis, el diámetro medio que va del centro del sacro hasta la zona media del pubis y el diámetro inferior que va del cóccix hasta la zona baja del pubis.
El bebé irá pasando por este canal realizando movimientos con el cuerpo, llamados movimientos cardinales, que facilitarán su paso.
La coronación es la fase más importante por el suelo pélvico. Es el momento en que la musculatura está sometida a mayor estiramiento y, por tanto, a mayor posibilidad de lesión. Las personas que acompañan a la futura mama, tendrán que decidir que es necesario hacer una episiotomía, corte del periné, o si el tejido tiene la suficiente elasticidad para soportar el estiramiento.
Por tanto, el masaje perineal trabaja para aumentar la elasticidad de la musculatura del suelo pélvico y favorecer la circulación sanguínea de la zona facilitando la relajación de este plan muscular durante el parto.
En un estudio científico se comprobó que el masaje perineal reduce la incidencia del trauma que requería sutura (principalmente episiotomía) y disminuye el dolor perineal a los tres meses del parto, independientemente de si existe episiotomía.
Me gusta siempre recordar que el masaje perineal no es garantía de nada, pero nos asegura que la musculatura esté lo más elástica posible.