MACROSOMÍA FETAL

MACROSOMÍA FETAL

En medicina, cuando los bebes nacen mucho más grandes que el promedio, se llama macrosomía fetal. Pero, ¿qué es un bebe grande?, ¿cuáles son los estándares que determinan que un bebe es demasiado grande?, y ¿qué implicaciones tiene para el futuro de ese bebe?

La macrosomía fetal se define como un peso al nacer igual o superior a 4kg. Para tener una referencia, la OMS define que un peso normal al nacer debería ser entre 2,5 y 4kg de peso. El conocimiento de la dificultad del parto es muy alto y cuando un bebe es tan grande se aumenta la dificultad del proceso de parto, provocando mayor predisposición a sufrir parálisis del plexo braquial, asfixia perinatal, hematomas o lesiones cutáneas por uso de instrumentos obstétricos, entre otros. Pero, además, se han podido observar relaciones alarmantes para la vida adulta de ese bebe.

La epidemia de obesidad es un grave problema de salud pública. La prevalencia se ha duplicado en la última década y afecta a un tercio de las mujeres en edad reproductiva. El peso de la mama antes de la concepción influye en la posibilidad de desarrollar un bebe macrosomíco. La macrosomía fetal afecta hasta el 20% de los nacimientos de mujeres obesas.

En estudios correlacionados se ha observado que la obesidad materna está más presente cuando se desarrolla diabetes gestacional y esta se relaciona positivamente con un sobrecrecimiento fetal. Aun así, el riesgo de sobrecremiento fetal también se observa en embarazadas obesas no diabéticas.

Macrosomía fetal y edad adulta

En los estudios se ha podido observar como el peso al nacer aumenta las posibilidades de desarrollar patologías, sobre todo metabólicas, en la edad adulta.

Metabolismo de la glucosa

La glucosa es la base energética del feto y durante el embarazo se prioriza el aporte al bebe y a la placenta, provocando una resistencia a la insulina a la mama. En un estudio del 2009 se señaló que los bebes de mujeres obesas podían desarrollar resistencia a la insulina en el útero, provocando una predisposición a desarrollar diabetes tipo 2 en la adolescencia y en la edad adulta. Y en otro estudio del 2011 vieron que situaciones de exceso de glucosa provocaba que la descendencia tuviese mayor posibilidad de desarrollar resistencia a la leptina y, por lo tanto, una alteración en la regulación del apetito. Un 50% de los bebes nacidos macrosómicos tienen más riesgo de desarrollar obesidad infantil.

Efectos cardiovasculares

Esta consecuencia tiene relación directa con el aumento de peso y la ya conocida relación con la enfermedad cardiovascular. En estudios epidemiológicos demuestran una relación directa entre la obesidad antes del embarazo y el desarrollo de la obesidad infantil. El riesgo de muerte cardiovascular prematura se ve aumentado en un 35%.

Efectos neuro-psiquiátricos a largo plazo

En un estudio del 2013 observaron puntuaciones más bajas de desarrollo cognitivo infantil entre los hijos de mujeres con obesidad antes del embarazo.

Reflexión final

Para mí, estas relaciones son alarmantes. No se trata de un aspecto estético de ese bebe grande, sino una alteración de la programación del metabolismo que lo va a conducir a sufrir patologías importantes. Y lo más alarmante es que no estamos en una sociedad donde la obesidad vaya disminuyendo como para pensar que con el estilo de vida (alimentación, actividad física, etc.) pudiera controlar esa programación, sino todo lo contrario. Hablar de sobrepeso es quedarse corto si miras el entorno, nos hemos acostumbrado a ver las personas con obesidad y sobrepeso, cuando realmente estamos programados para tener cuerpos fuertes y esbeltos. No hace falta buscar culpables, sino responsabilizarnos de nuestra alimentación y nuestro estilo de vida para que la biología funcione correctamente.

¿Cuál es la sociedad que queremos para el futuro? ¿Cuál es la salud que quieres para tu hijo? Cuidarse antes y durante la concepción ayudará a programar una sociedad sana.

Bibliografía

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Vasudevan C., Renfrew M., McGuire W. (2011). Fetal and perinatal consequences of maternal obesity. Disease in Childhood. Fetal and Neonatal Edition 96(5):F378-82.

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