DISFUNCIÓN SEXUAL: Técnicas externas

DISFUNCIÓN SEXUAL: Técnicas externas

La disfunción sexual se define como una dificultad para desarrollar la respuesta sexual y que altera la sensación de satisfacción sexual. Los tipos de disfunciones pueden ser anorgasmia, vaginismo, dispareunia, alteración del deseo sexual, entre otros.

La fisioterapia puede ser una gran aliada para el tratamiento de estas disfunciones. La visión global de la disciplina ayuda a trabajar más allá del periné y en esta entrada quiero hablar de ello.

Tratamiento de fisioterapia

El dolor en la zona perineal obliga enfocar el tratamiento de una forma diferente y buscar zonas alejadas para poder influir en él. El diafragma, las fascias viscerales, el sacro, el suelo de la boca o la planta de los pies son zonas muy interesantes.

– Diafragma: El movimiento que realiza el diafragma con su contracción y relajación lo convierte en el gran director de la orquesta abdominal. Será importante trabajar el diafragma para ayudar a qué las vísceras (abdominales y perineales) se muevan en armonía, para asegurar un buen riego sanguíneo y para disminuir la presión en la pelvis menor. Fascias viscerales: Las fascias son el sistema de sujeción que tienen las vísceras. La más importante es el peritoneo, pero también hay los epiplones, los mesos y diferentes ligamentos. Trabajar sobre las fascias nos asegura que útero pueda moverse correctamente durante la experiencia sexual o que los órganos se acomoden correctamente en las penetraciones profundes.

– Sacro: El sacro es el hueso más importante en las disfunciones sexuales porque influye en la irrigación nerviosa de los órganos y músculos pélvicos, así como también en la posición uterina a través del ligamento útero-sacro. El trabajo sobre el sacro puede ser a través de un bombeo, liberación miofascial o movimiento de los órganos.

– Suelo de la boca: La relación con el suelo pélvico viene principalmente por su similitud anatómica y por su origen embrionario, haciendo que se relacionen entre ellas. “Boca abierta, vagina abierta”, como decía Ina May Gaskin. A nivel de fisioterapia podemos trabajar en el suelo de la boca con terapia manual en la zona de la mandíbula o en la zona directamente de forma externa o interna.

– Planta de los pies: Una de las funciones de la planta del pie es propioceptiva, es decir, registrar la posición del cuerpo en el espacio. Esta información ayuda a regular el tono postural de forma general y, concretamente, también en el suelo pélvico. El trabajo que se puede realizar es a través de pelotas, palos o el tronco de eutonía, o con trabajo manual.

Conclusión

Las relaciones de las diferentes partes del cuerpo son tan grandes que debemos ampliar la mirada. El dolor en las relaciones sexuales nos “obliga” a salir de la zona del dolor e influir en ella desde la distancia.

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