El parto se puede iniciar, sin considerarse peligroso para el bebe, entre la semana 37 y la 42. Científicamente todavía no se sabe cuál es el motivo que provoca el inicio del parto, pero la hipótesis con mayor peso es la que dice que el bebé es quien envía una hormona cuando tiene los pulmones desarrollados para iniciar su nacimiento.
Si las semanas van pasando y no hay ningún signo de inicio del parto, aparece una presión médica, social, familiar, personal… por si será necesario inducirlo. Podríamos definir inducción como el conjunto de procedimientos dirigidos a provocar contracciones uterinas de forma artificial con la intención de desencadenar el parto.
Existen opciones médicas y opciones naturales. A continuación, dejo las dos opciones.
Esta maniobra consiste en despegar las membranas fetales del segmento uterino inferior.
Para ello, el profesional médico introducirá los dedos en la vagina para localizar el cuello del útero e introduciendo un dedo a través del cérvix para localizar las membranas y hacer movimientos circulares con el fin de despegarlas del útero. Por tanto, para poder realizarla, debe haber al menos 1 cm de dilatación del cuello uterino.
Puede provocar la rotura de la bolsa amniótica o un sangrado.
La rotura de la bolsa amniótica consiste en realizar un orificio en la bolsa del líquido amniótico utilizando un pequeño gancho de plástico.
Habitualmente, se realiza cuando la mujer gestante ya está en dinámica de parto y, por tanto, puede ayudar a disminuir la duración del parto. La OMS aconseja no romper la bolsa a no ser que haya una detención de unas 4 horas del proceso. Puede ser una opción antes de estimular el parto con oxitocina.
El balón de Cook es una inducción mecánica sobre el cuello del útero que se usa habitualmente cuando la mujer tiene una cesárea previa.
La técnica consiste en la introducción en el cuello del útero de una sonda que se hincha con suero con el objetivo de estimularlo. La mujer puede estar hasta 24h con el balón dentro ejerciendo presión y forzando la dilatación.
La evidencia científica en relación a este método es de calidad baja-moderada, aunque parece que tiene mayor seguridad que la inducción con prostaglandinas (el método que presento a continuación).
Las prostaglandinas son unas hormonas que se pueden utilizar para iniciar el trabajo de parto. Se aplican localmente en la vagina en forma de pastillas, geles, supositorios o pesarios. La dosis, el número de dosis y el tiempo entre las dosis puede variar en función de las reacciones de la paciente y el criteria médico.
Estas hormonas provocaran que el cuello del útero maduré o se suavice, pudiendo desencadenar las contracciones de parto.
La oxitocina es una hormona que el cuerpo libera de forma natural durante el trabajo de parto para favorecer la contracción del útero. La administración de la oxitocina sintética se utiliza tanto para inducir como para acelerar los partos, aunque la evidencia científica no asegura que acorte la duración total del parto de forma significativa.
Se administra a través de una vida venosa con una pequeña dosis, que se aumenta hasta que el trabajo de parto está avanzando correctamente. Mientras se administra el medicamento, se controla al bebé para evitar el sufrimiento fetal y las reacciones del útero para evitar la hipertonía o la excesiva frecuencia de las contracciones.
El principal movimiento que se recomienda es caminar, porque puede ayudar a bajar la cabeza del bebe, ejerciendo presión sobre el cuello del útero. Se recomienda que las caminatas sean de 20 minutos para que sean efectivas.
También puede ser muy interesante hacer movimientos de la pelvis sentada en la pelota para facilitar la liberación de los huesos pélvicos y ayudar el encaje de la cabeza del bebe.
La inducción natural del parto de tener relaciones sexuales se produce por dos motivos:
La acupuntura es una técnica terapéutica de la Medicina Tradicional China consistente en poner agujas en puntos determinados del cuerpo con un objetivo concreto.
La evidencia científica nos dice que la acupuntura puede aumentar la preparación del cuello uterino para el trabajo de parto, aunque faltan más estudios.
Hay muy poca evidencia de los alimentos inductores de parto, pero la sabiduría popular nos dice que pueden ayudar:
Todo método de inducción tiene sus cosas buenas y cosas malas, sea porque provoca mucha sintomatología, mayor posibilidad de intervención médica, sufrimiento fetal o por ser poco efectiva. Lo más importante para ayudar a iniciar el parto es la creación de un ambiento tranquilo, lleno de amor y confiar que el cuerpo de la mujer y el bebe sabrán cuando es el mejor momento.
Y si llega el momento de la inducción, lo más importante es estar informada y saber lo que se está proponiendo con sus implicaciones.